Leonel, sus ejecutorias y la reelección

Por Ramón Liriano

Leonel Fernández está entre los presidentes dominicanos de mayor visión de futuro sobre manejo del Estado. Tal vez por eso repite como tal cuatro años después de haber concluido su primera gestión constitucional. Probablemente, entre otras cosas, eso le garantice que lo pueda ser otras tantas veces, dependiendo de como se enfoque en la actual coyuntura.
Todos debemos reconocer que su gestión introdujo cambios importantes en la mentalidad de los dominicanos.
Introdujo términos como "modernidad", llevó las computadoras a las escuelas, creó el Consejo Nacional de la Magistratura, la OMSA, la AMET, el ITLA; construyó los elevados de las avenidas 27 de Febrero y de la Kennedy, dejó casi terminada la reconstrucción del puente Duarte y la autopista de Las América, entre otras acciones.
En la actual gestión, la obra de mayor magnitud e importancia lo es el Metro de Santo Domingo. Esta obra revolucionará la comunicación terrestre de la ciudad capital y se reflejará en la economía, especialmente en el transporte. También el proyecto de Reforma Constitucional, para adecuar el país a los nuevos tiempos, son ejecutorias que apuntalarán el proceso de modernización truncado coyunturalmente por el pasado gobierno.
En su anterior gestión, Leonel Fernández aplicó esas políticas obviando las críticas de los partidos opositores. Lo mismo ocurre ahora con respecto al Metro y la Reforma Constitucional. Y se tiene la esperanza que el Tratado de Libre Comercio pueda producir transformaciones importantes en lo que es el intercambio comercial, en la inversión, y en otros campos de la economía. Se espera que antes de concluir la presente gestión se logre modernizar más el país en la comunicación y la informática.
Vistas las cosas hoy, hay que concluir en que fue correcto que el doctor Leonel Fernández ejecutara las obras de su anterior gobierno, independientemente de los señalamientos críticos de sus abversarios, de lo contrario estaríamos muchos más atrasados con respecto a los cambios que están ocurriendo en el mundo de hoy.
Su éxito como gobernante, que nadie puede poner en duda, ha puesto en el tapete el problema de la reelección presidencial, que aunque no es una cuestión de principios, sin embargo, hay que tomar en consideración que en la República Dominicana ha sido tormentosa y traumática para la sociedad y su débil democracia, incluyendo la particularidad de los partidos políticos a través de los cuales ella ha sido promovidad, verbigracia el Partido Reformista y el Partido Revolucionario Dominicano. De paso hay que tomar en consideración que la actual Carta Magna la prohibe por dos periodos consecutivos, no pudiendo repostularse más en ninguna etapa, el presidente que la utilice. Por tanto, en caso de que Leonel Fernández intente repostularse se jubilaría muy joven, perdiendo el país y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) todo el caudal intelectual que él posee.
Debemos agregar que la reelección presidencial evidentemente está asociada a una concepción caudillista que de por sí limita el desarrollo de otros liderazgos en los partidos políticos y desconoce las capacidades de otros dirigentes, que bien reunen todas las condiciones para practicar la alternabilidad con éxito.
Con respecto a este tema hay mucha tela pon donde cortar y que en su momento tendremos que planterala en caso de que sea necesario. Por el momento pienso que dentro del PLD tenemos que buscar un candidato alternativo y pensar en un Leonel crecido en su liderazgo para el año 2012.